Un par de clics y ya está de camino a casa. Comprar a través de una tienda online se ha convertido en una experiencia cotidiana para miles de personas. Libros, electrónica e incluso la despensa semanal o unas flores para un regalo especial se han desvinculado para una buena parte de la población de la experiencia física de la adquisición en un comercio.
Por supuesto, aún hay quien prefiere ver y tocar, pero los datos indican que las ventas a través de Internet tienen un fuerte potencial de crecimiento amparadas por una potente inversión en publicidad digital.
Un reciente estudio de la consultora Juniper Research apunta a que la inversión global en publicidad digital, particularmente vinculada a negocios online, se duplicará de aquí al año 2026. En total, el gasto global en publicidad digital pasará de los 407.000 millones de dólares previstos para este 2022 a 753.000 millones de dólares en el año 2026. Es un 85% más.
Y otro estudio, en este caso de Arce Media/Auditsa, apunta a que en España la inversión publicitaria ha crecido un 5,2% en el primer trimestre de 2022 sobre el mismo periodo del año pasado.
Todo este torrente de inversión busca posicionar mejor los productos ante los consumidores. Para que en el recorrido virtual por los escaparates de las tiendas online, las marcas logren resaltar sobre la competencia o para que se recuerden las especiales características de un producto.
En un post anterior ya explicamos la importancia de contar con un buen plan de marketing para lanzar tu negocio online y destacar sobre el resto. Pero si aún no has dado el salto al comercio electrónico estás perdiendo mucho potencial de negocio.
Antes de invertir un euro en tu tienda online, decide qué tipo de tienda es la tuya
A la hora de plantearte la creación de un comercio electrónico, debes tener claro que existen dos posibles objetivos y decantarte por uno de ellos. Además de definir previamente cuál es tu público objetivo (target) de manera que todo el proyecto esté enfocado a ese público objetivo y priorice la experiencia del usuario.
Existe la posibilidad de que una tienda online sirva como un complemento de tu negocio en formato tradicional. Una ventana a través de internet que permita a tus clientes comprar desde casa y recoger en la tienda o enviar por mensajería. Pero sobre todo enfocado a clientes que ya conozcan tu marca y servicios. La inversión necesaria para su puesta en marcha será más contenida y las ventas también lo serán, puesto que se trata de un servicio más para los clientes.
La otra opción sería crear un comercio online nativo (desde cero) o convertir y crear una tienda online como un canal de ingresos para hacer crecer a tu empresa. En este caso, debes tener en cuenta que además de la inversión inicial en construir el sitio web, debes dedicar un presupuesto mensual a un plan de marketing que permita situar a tu página en los principales buscadores y redes sociales. Algo básico para que la tienda online sea más localizable en internet y puedas llegar a la mayor cantidad posible de tu público objetivo. Invertirás más, pero también venderás más.
¿Por qué tener una tienda online?
Si no vendes tú, otro lo hará. Y ese ya debería ser un motivo suficiente para impulsar un negocio a vender a través de Internet o a potenciar su tienda online si ya la posee.
Las ventajas de una tienda online son numerosas, pero aquí vamos a resumir las principales:
- Abierto 24/7: A cualquier hora, cualquier día de la semana. Un comercio online está disponible en todo momento para mostrar sus productos y permitir una venta. Los cada vez más ajustados tiempos de la logística permiten que una venta en domingo se pueda entregar sin mayores complicaciones a las pocas horas del lunes o el martes.
- Visibilidad: Una tienda online contribuye a que tu negocio, tu marca, sea conocida más allá de su límite geográfico físico.
- Aumenta los clientes: Ya no hay que esperar a que los compradores entren en nuestra tienda, puesto que pueden consultar nuestra oferta de productos o servicios desde cualquier parte del país o del mundo.
- Rentabilidad: La inversión para poner en marcha una plataforma de comercio electrónico no es muy elevada en comparación con las necesidades de un negocio físico (local, suministros, impuestos locales).
- Conocer al cliente: Gracias a la analítica de datos, nuestra tienda online también recoge una valiosa información sobre los clientes o potenciales compradores. Por ejemplo, cuánto tiempo estuvieron viendo las características de un producto, si eligieron uno pero finalmente se decantaron por otro o si simplemente estaban curioseando. En Internet, los datos son uno de los mejores aliados posibles.
- A cualquier parte: De nuevo, la cadena de suministro es un aliado para poder entregar nuestros productos en cualquier lugar. Los entramados del transporte nos permiten despachar nuestras mercancías con mínimas esperas.
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