El magnate y empresario Elon Musk, propietario entre muchos otros proyectos de la marca de coches eléctricos Tesla, se ha propuesto revolucionar la forma en la navegamos por Internet. Su última apuesta de negocio es Starlink, una conexión a Internet por satélite que llega directamente del espacio con la intención de alcanzar todos los rincones del planeta. Ya está disponible en nuestro país (spoiler: por ahora no es barato) y se erige como una herramienta eficaz para luchar contra la España vaciada.
Starlink funciona enviando información a través del vacío del espacio. La compañía sostiene que su conexión es mucho más rápida que el cable de fibra óptica y que potencialmente puede llegar a más lugares.
De hecho, alcanzar parajes remotos es su principal argumento de venta en estos primeros compases. Posiblemente, si nos lees desde una ciudad tengas en casa una conexión de fibra a un precio aceptable, digamos por debajo de los 40 euros mensuales, con una velocidad de al menos 100 Mbps.
Pero no siempre es así. Algo más de un millón de españoles vive en municipios en riesgo de despoblación, generalmente en el ámbito rural, donde ver una bobina de fibra óptica en la calle es poco menos que un sueño. Y muchos millones más residen en áreas que, sin llegar a este extremo, carecen de una infraestructura de conexión adecuada, donde el ADSL va a pedales.
Starlink promete cambiar las reglas del juego. Más en un mundo en el que ha quedado demostrado que, con una buena conexión a Internet, es posible trabajar desde cualquier lugar. ¿Es Starlink una alternativa real (y realista) a la fibra óptica? Los Agatares te lo explicamos.
¿Qué es Starlink?
Starlink no es el primer servicio de conexión a la red por satélite. Pero sí tiene grandes mejoras respecto a sus competidores. Funciona, como sus alternativas, enviando información a través del vacío del espacio.
La principal diferencia radica en que la mayoría de servicios por satélite se basan en satélites geoestacionarios que orbitan a unos 35.000 kilómetros de la superficie de la Tierra (más o menos tres veces más alto que un avión). Starlink, por el contrario, es una constelación de satélites que circulan a unos 550 kilómetros sobre nuestras cabezas.
Actualmente hay 1.700 satélites orbitando en una suerte de maraña sobre el planeta. La firma de Elon Musk pretende que en el futuro sean más de 40.000 para aumentar la capacidad de conexiones y la velocidad.
¿Cómo funciona Starlink?
La órbita baja favorece que el tiempo de ida y vuelta de los datos (la latencia) sea muy inferior a las otras conexiones satelitales. La firma promete ahora mismo una conexión de 100 a 200 Mbps con una latencia de 20 milisegundos. Más que suficiente para trabajar. Y de sobras para poder jugar online y mantener videoconferencias sin cortes: todo lo que necesita El Rubius en Andorra. 🙄
El usuario debe instalar en casa, en un lugar despejado, una antena parabólica similar a las que se usaban años atrás para ver la televisión. El resto no difiere mucho de otros equipos: un router, una fuente de alimentación y poco más.
Una aplicación ayuda al cliente a elegir el mejor lugar en su entorno para que la antena esté orientada el mayor tiempo posible a la constelación de Starlink.
¿Cuánto cuesta Starlink?
Ya dijimos que, por ahora, Starlink no es barato. El equipo cuesta 499 euros. La cuota mensual es de 99 euros mensuales y el envío a casa del kit supondrá rascarse el bolsillo otros 60 euros más. Es decir, el primer mes sale por 658 eurazos.
Además, en España es necesario pagar 9 euros mensuales más por el uso del espacio radioeléctrico. Al año, por tanto, las doce cuotas salen por 1.296 euros. Tanto como para grabar tu nombre en uno de los satélites.
Do it yourself
Finalmente, te has decidido. ¿Cuándo viene el técnico? No. En este caso no hay técnico. La instalación de Starlink corre por cuenta y riesgo del usuario. Una vez gestionada el alta y pagadas las primeras cuotas, el cliente recibe el kit de conexión en casa y debe apañárselas.
La compañía sostiene que su antena parabólica ha sido diseñada y probada para funcionar bajo una amplia gama de temperaturas y condiciones climáticas. Lo que incluye nieve, granizo, aguanieve, lluvias fuertes y calor extremo. La parabólica es capaz de calentarse para derretir la nieve, por ejemplo.
“Starlink no está diseñada para manejar huracanes, tornados, terremotos, meteoritos, dinosaurios u otras fuerzas extremas de la naturaleza”, bromea la firma.
Pero no contaban con ellos. Un usuario de Internet de Estados Unidos ha descubierto que los gatos buscan el calorcito que desprende la antena para pasar mejor las frías mañanas del invierno bloqueando la conexión.
Starlink works great until the cats find out that the dish gives off a little heat on cold days. pic.twitter.com/uyH3Kbqrie
— Aaron Taylor (@Tippen22) December 31, 2021
Queda claro que por mucho que Elon Musk aspire, los reyes de Internet seguirán siendo los felinos.
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