Los efectos del coronavirus están siendo demoledores en muchos ámbitos, especialmente en lo que a la salud y la seguridad de las persones se refiere. Pero también está trayendo cambios en la industria cultural que podrían tener un efecto a largo plazo importante en el modo en que disfrutamos de los contenidos audiovisuales. Con los cines cerrados por la pandemia o funcionando solo a medio gas y el inevitable retraso de los grandes estrenos previstos para 2020, el anuncio de compañías como Warner o Disney de aumentar la apuesta por el streaming ha levantado la alarma entre los cines de toda la vida. ¿Está en peligro de verdad la experiencia de ver películas en salas? En Ágatar os traemos las principales claves:
- Disney: Fue la primera en probar esta nueva estrategia. Uno de sus grandes estrenos para el año pasado era Mulán, la versión en carne y hueso de su popular cinta de animación sobre una guerrera china. Disney, que también se encuentra en plena fase de expansión de su negocio de streaming de contenidos, vio la oportunidad y lanzó el estreno en su plataforma con un precio especial, aparte del que ya pagaban los suscriptores y que equivalía de hecho al precio de tres entradas de cine. Aunque la compañía no ha publicado los resultados de visualizaciones y solo indicó que estaban satisfechos con el experimento, lo cierto es que en diciembre anunciaron que habría más estrenos siguiendo esa estrategia, pero aún están claramente en fase de pruebas. Soul, por ejemplo, la última genialidad de Pixar, se ha estrenado directamente en la plataforma y sin recargo de precio. Veremos cuál de los dos caminos siguen los siguientes estrenos de la compañía, pero está claro que se van a enfocar en crear contenidos para su plataforma más que para los cines, a juzgar por los proyectos presentados en diciembre.
- Warner / HBO Max: Es la que más revuelo ha montado tras el anuncio de que todos sus estrenos se harían a partir de ahora simultáneamente en streaming y en salas. Esto ha puesto en pie de guerra a las compañías de multicines, pero también a los propios directores de las películas. Tanto Denis Villeneuve (director de Dune) como Patti Jenkins (realizadora de Wonder Woman) ya han dejado caer que se van a plantear si seguir haciendo nuevas películas con las nuevas condiciones, ya que estiman que el estreno en el hogar resta a la experiencia cinematográfica de una película realizada pensando en la pantalla grande. Los planes de Warner pasan primero por extender el servicio de HBO Max en Europa, algo que veremos en las próximas semanas. El estreno de Wonder Woman 1984 fue un experimento en realidad, ya que en en Europa solo se vio en cines al no estar aún preparado el servicio de streaming. Tampoco han dado aún datos de si ese estreno ha servido para ganar suscriptores en Estados Unidos.
- Netflix: En este dilema entre el estreno en cines o el streaming, una de las compañías que a priori debería tenerlo más claro es Netflix. Al fin y al cabo su negocio se basa exclusivamente en servir contenidos a través de Internet. Sin embargo, en los últimos años la plataforma está haciendo una apuesta por la calidad en las producciones, buscando meterse en la carrera del circuito de premios. Un buen ejemplo de ello es Roma, la estupenda película de Fernando Cuarón que ganó varios premios Oscar en 2019. O El irlandés, que también estuvo nominada. Pero para poder optar a este tipo de premios, las películas deben haberse estrenado en cines, así que Netflix programa regularmente estrenos en salas para sus películas con pretensiones de ser tenidas en cuenta para los galardones. Una decisión que también ha traído polémica, ya que está claro que el modelo de negocio de este servicio no pasa realmente por los cines y las salas, una vez más, han criticado esos estrenos que solo duran unos días y que son en realidad un pretexto más que una apuesta de negocio.
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