Cinco rincones de Málaga que no puedes dejar de visitar

19 Jun Cinco rincones de Málaga que no puedes dejar de visitar

Málaga se sitúa como uno de los principales destinos turísticos de España. Pero más allá de los atractivos más visitados del sol y playa en la Costa del Sol, hay otros muchos rincones con encanto para descubrir en la provincia y que son especialmente recomendables para hacer una escapada de verano.

– Cascada grande de Maro: Las playas del paraje de Maro tienen fama entre los visitantes por la pureza de sus aguas y los atractivos que ofrece para los amantes del buceo. Pero si buscamos una experiencia diferente es recomendable visitar la Cascada Grande de Maro. La mejor manera de llegar hasta ella es navegando en kayak, así que es recomendable buscar excursiones organizadas, aunque se puede alcanzar sin problemas.

El agua de esta cascada surge de las afamadas Cuevas de Nerja formando el arroyo Sanguino y desemboca en el mar desde lo alto de los acantilados de Maro desde una altura de 15 metros creando un espectacular salto de agua en un lugar de gran belleza. En verano es posible circular con el kayak a través de la cortina de agua, pero en primavera, si el caudal es mayor, es preferible no acercarse tanto, ya que el agua cae con mucha fuerza.

– Caminito del Rey: Su origen poco tiene que ver con el turismo. Servía como un camino de acceso de mantenimiento en la central hidroeléctrica que a principios de siglo empezó a funcionar en el Desfiladero de los Gaitanes, una profunda garganta sobre el río Guadalhorce en las inmediaciones de las localidades de Álora y Ardales. Su nombre proviene de que fue el Rey Alfonso XIII el que inauguró la instalación en 1923.

El camino ganó popularidad posteriormente a pesar de su deterioro gracias a las espectaculares vistas que se pueden disfrutar en su recorrido de menos de cuatro kilómetros de largo. Hoy día está restaurado por la Diputación de Málaga y se puede recorrer con total seguridad. Eso sí, no es recomendable para quienes no les gusten las alturas. Y es necesario reservar las entradas con tiempo.

– Dólmenes de Antequera: Estas construcciones prehistóricas, construidas hace unos 6.500 años, fueron descubiertas por casualidad a finales del siglo XIX. Hoy día están reconocidas como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Se trata de tres construcciones de las que Viera y Menga son las de mayor antigüedad mientras que el del Romeral es de construcción más reciente.

Además de por la grandiosidad de las estructuras de piedra los dólmenes tienen un gran valor histórico porque son una excepción entre estas construcciones al no estar orientadas según el sol, sino hacia la Peña de los Enamorados, que debió tener una importancia cultural importante para los pueblos que los construyeron. Esto regala unas vistas muy singulares en la zona. Es posible concertar visitas guiadas.

– Charca de las Mozas: La playa no es la única opción para refrescarse en verano. Si preferimos un ambiente de campo, totalmente inmerso en la naturaleza, la provincia de Málaga ofrece muchas zonas de pozas donde es posible bañarse o incluso practicar el barranquismo. Uno de los enclaves más conocidos es la Charca de las Mozas, situada en el río Guadalmina, en Benahavis.

Su situación cercana a la costa y lo escarpado de su orografía lo convierten en un punto ideal para los amantes del barranquismo, ya que existen muchas rutas y posibilidades en la zona. Es recomendable contar con expertos en deportes de aventura antes de recorrer las gargantas y cuevas. Si solo queremos darnos un chapuzón, es recomendable ir preparados con calzado de montaña para acceder a los lugares de baño. Y tener cuidado con lanzarse al agua desde grandes alturas; hay que asegurarse de que el agua sea profunda en ese tramo.

– Centro Histórico de Málaga: Concluimos este recorrido con una recomendación que se ha convertido en uno de los principales polos de atraccción turísticos de Málaga. La capital de la provincia, antaño olvidada en los recorridos turísticos, hoy se ha convertido en destino de muchos visitantes que buscan una escapada cultural y urbana.

Destacan los museos, como el Picasso (y la Casa Natal) o el Pompidou, pero también es recomendable el paseo hasta la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, desde donde se puede disfrutar de las mejores y más emblemáticas vistas de la ciudad. Y, por supuesto, podemos combinar estas visitas con las playas de la ciudad. Tanto la Malagueta como las playas de Pedregalejo, Huelin y la Misericordia son buenas opciones para combatir el calor.

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