Whatsapp entró en nuestras vidas hace algo más de una década y mantiene firme su liderazgo gracias a una consolidada implantación frente a la competencia. Es indudable que Whatsapp ha cambiado la forma de comunicarnos. Y que también ha incorporado funcionalidades para mantener intacto su atractivo y acercar su modelo al de una red social más.
Pero buena parte de estas nuevas posibilidades de uso suponen un arma de doble filo. Utilizadas de forma incorrecta o maliciosa pueden contribuir a abonar posibles malentendidos, generar estrés o ansiedad e incluso peligrosas relaciones de dependencia y control.
En Whatsapp, como en la vida, debe aplicarse una pauta fundamental: no escribir o hacer lo que no dirías o harías a alguien en persona. En este post, desde Ágatar repasamos la última hornada de novedades en el sistema y sus riesgos. Y también funciones clásicas como el doble check azul que, a día de hoy, sigue generando dolores de cabeza. “Me has dejado en visto” se mantiene como un reproche clásico al que ahora se suman muchas otras formas de meter la pata o de caer en prácticas inaceptables.
Novedades en Whatsapp
- Fotografías y vídeos temporales: Es una de las funcionalidades más recientes implantadas en Whatsapp e inspirada claramente por Snapchat. Permite que las imágenes enviadas puedan ser vistas una única vez. El receptor recibe un icono en lugar de la vista previa para ser advertido de lo efímero del contenido, pero con una simple captura de pantalla se puede saltar esta restricción. Por lo tanto, cuidado con enviar contenidos comprometedores o inapropiados.
- Mensajes temporales: Una función muy parecida a las imágenes temporales aunque con bastante más margen de maniobra. Desde la configuración de cada chat, es posible establecer que a los siete días desaparezcan los textos enviados por Whatsapp. Debe configurarse conversación a conversación. Al igual que con las imágenes, con una sencilla captura de pantalla (y esta vez con mucho tiempo de margen) se pueden almacenar. Unas palabras fuera de tono o un compromiso incumplido pueden pesar mucho en lugar de esfumarse con el paso del tiempo.
- Velocidad de reproducción de los audios: ¿Quién no tiene un amigo que se marca un podcast en lugar de una nota de voz? Recientemente, Whatsapp ha hecho posible acelerar la velocidad de reproducción a 1,5 y 2 veces más rápido. Lo que en apariencia ahorra tiempo también puede provocar falta de retención de algún detalle o matiz importante. E incluso cierta “ansiedad” en las relaciones en la vida real a las que no se le puede dar más velocidad.
Funciones clásicas
- Última conexión: Desde su implantación, ha sido objeto de discordia entre parte de los usuarios de Whatsapp. Parte de los usuarios reprochan sentirse vigilados. Y entre otro sector provoca ansiedad a la espera de una respuesta o una conexión que no llega. “¿Con quién hablabas a las tres de la mañana?” sería una de las preguntas más tóxicas e inadmisibles en una relación. Deshabilitar la hora de conexión también da pie a que ciertos usuarios se sientan legitimados a pedir explicaciones. En este aspecto, tu cuenta es tuya y la usas como quieras. Whatsapp trabaja en una actualización para cambiar esta opción. En un futuro a corto plazo, será posible configurar a qué usuarios se les oculta esta información de forma que pronto dejará de ser un “todo o nada”.
- Doble check: Va ligada a la anterior. Si tenemos habilitada la fecha y hora de la última conexión, todos los mensajes recibidos y leídos quedan marcados con un doble tick azul. No contestar o hacerlo a destiempo ha generado discusiones casi desde el mismo día en que se implantó.
- Ubicación en tiempo real: Tan útil bien usada (para encontrarte con amigos en un lugar abierto como la playa) como perversa en las manos inadecuadas. Imponer el uso de esta funcionalidad de Whatsapp a una persona para “rastrear” sus movimientos es absolutamente reprobable e inadmisible.
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