Hay dos maneras de vivir el consumismo de las Navidades. Podemos tomarlo como un negativo signo de los tiempos, que llega incluso a suplantar al auténtico espíritu navideño, o podemos verlo como una expresión de la necesidad de estar más cerca de nuestros seres queridos, por medio de esos detalles especiales con los que demostramos tener ese conocimiento profundo de sus gustos. En Ágatar sabemos lo difícil que puede ser elegir regalos para estas fiestas. Para gustos los colores, pero siempre podemos encontrar algunos aspectos en los que fijarnos para que el regalo consiga el efecto deseado según cada persona:
- El geek: Es quizá el perfil más difícil para acertar con los regalos. Un buen geek, o apasionado de la tecnología, siempre está a la última en lo que a novedades se refiere. Así que si hemos pensado sorprenderle comprando el último gadget lo vamos a tener difícil. A menos que hayamos pactado comprar ese regalo para él o ella con anterioridad. Además, los avances tecnológicos suelen ser caros, lo que complica aún más la ecuación. Pero no nos desanimemos antes de tiempo. Hay una manera de acertar casi seguro: apostando por esos complementos que están pensados para acompañar al plato principal y que acaban haciendo la vida más fácil a los usuarios o añadiendo más características. Como esas fundas que permiten sumergir el móvil o la tablet en el agua o toda esa variedad de periféricos que permiten sacar mejores fotografías o las baterías portátiles capaces de aprovechar la luz solar. Es cuestión de investigar un poco sobre los usos que le dé a la tecnología.
- El deportista: Puede parecer una opción obvia, pero seguro que muchos ya tienen en mente al clásico explorador que lleva siempre todos los utensilios de camping encima (por si acaso, claro está) o al apasionado del running que sale con todos los accesorios imaginables. Regalar algo a una persona así puede convertirse en un momento delicado. Pero la respuesta puede ser más fácil de lo que parecía a simple vista: regalar una experiencia deportiva, en forma de excursión, puede ser una buena manera de sorprender a esa persona. También podemos optar por el camino de la moda. Habitualmente alguien que hace deporte va a primar la comodidad, pero merece la pena decantarse por productos que aúnen lo último en aspecto con el máximo rendimiento deportivo.
- El cultural: Otra opción que puede resultar difícil. La primera opción que se nos pasa por la cabeza es un libro. Pero, ¿y si ya lo tiene? Para un lector tradicional podemos optar entonces por los formatos de ebook, un aparato que ha ganado mucho en prestaciones en los últimos tiempos, con menos fatiga ocular y con añadidos tan interesantes como la luz. Pero si ya los conoce, los formatos digitales han hecho más fácil que nunca acumular muchos ejemplares de libros sin que sea sencillo descubrir cuáles se tienen ya. Por eso en estos casos es buena idea decantarse por un servicio de suscripción de libros. Más allá del archiconocido Amazon hay muchas otras plataformas, como Nubico o 24Symbols que pueden ayudar a descubrir nuevas obras
- El cinéfilo: De nuevo un caso en el que la tecnología nos puede jugar una mala pasada. La época dorada del Blue Ray ha desaparecido casi antes incluso de empezar. Cualquier aficionado que se precie al buen cine estará seguramente suscrito ya a algún servicio de streaming. Tenemos entonces dos opciones. Podemos optar por una suscripción a un servicio de películas menos comerciales, como Filmin o tematizadas como Flix Olé. O podemos optar por contenidos ‘adicionales’. Hay multitud de libros sobre aspectos del cine que le pueden encantar. Eso sin entrar en el apasionante mundo del merchandising cinéfilo.
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