En los primeros días de la pandemia del Covid-19, incluso antes del inicio del estado de alarma, circuló mucho por redes sociales el chiste de que nadie había hecho más por el teletrabajo en España que el coronavirus. Más allá de comentarios jocosos, lo cierto es que la situación ha obligado a las empresas a adaptarse a marchas forzadas a una realidad que siempre se había ido posponiendo y que ahora se ha convertido en norma obligada para poder seguir con la actividad empresarial.
Ahora que ya empieza a verse la luz al final del túnel en Ágatar queremos analizar qué aspectos del teletrabajo han llegado para quedarse, una vez que ha quedado demostrado que se puede trabajar desde casa sin que la productividad se resienta, y qué herramientas funcionan mejor para cada una de estas situaciones.
- Reuniones virtuales: Hoy día, con acceso fácil a ordenadores y smartphones, es más sencillo que nunca organizar reuniones virtuales, que han sido quizá el gran clásico de esta temporada de cuarentena. Además de las opciones clásicas como Skype la reina de esta cuarentena ha sido Zoom que ofrece la comodidad de realizar llamadas con muchos participantes. Incluso en el modo gratuito se pueden añadir hasta un centenar y con las opciones de compartir pantalla han permitido dar clases a distancia. Eso sí, se ha visto empañada por acusaciones de falta de seguridad, que han quedado desmentidas.Otra opción interesante es Gotomeeting que ofrece una mayor estabilidad en las conexiones, aunque es una herramienta de pago. Dentro de las gratuitas hay opciones como Jitsi que también ofrecen encriptado de comunicaciones y que son ideales para grupos más pequeños. Por supuesto, también Google ha renovado su oferta en este terreno con Meet que se ofrece de manera gratuita y con integración en las herramientas de Google. El buscador ha creado muchas opciones diferentes de videollamadas de las que algunas como Hangouts y Duo siguen conviviendo.
- Trabajo en equipo: La pandemia también ha puesto el foco sobre las herramientas colaborativas para equipos. Aquí la competición parece estar clara entre el paquete de Microsoft, 365, y el de Google, G-Suite. La ventaja para el primero es que ya existía la integración entre los equipos de trabajo que optan por la compañía para sus correos corporativos. Es decir, las empresas que pagan por tener alojado en Microsoft sus correos ya tienen integrado el calendario, el espacio en la nube de One Drive y el acceso a las versiones online del paquete de Office. De este modo, se ha convertido en la opción más fácil para muchas empresas. En el caso de G-Suite su principal punto fuerte es la integración con todos los productos de Google, incluyendo un buen funcionamiento en móviles Android. Cuenta con un sistema de pagos muy similar al de Microsoft que incluye un acceso premium a Google Drive y a todas las herramientas de Docs, además de integración con el correo y el calendario. Como alternativa a las dos grandes se presenta Slack un software que está pensado desde su inicio como una herramienta de trabajo colaborativo para empresas. Es decir, el foco de Slack está puesto en crear un entorno para que los equipos de trabajo funcionen en línea, con herramientas de chat, espacio para compartir comentarios o documentos y otras herramientas pensadas para negocios. De hecho, en origen su intención era sustituir los correos electrónicos entre empleados por una herramienta más intuitiva y eficiente.
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