Oficina

¡Qué habitual es empezar el año haciendo propósitos para cambiar esas costumbres que no nos gustan! Sin embargo, estas buenas intenciones, además de que no suelen cumplirse casi siempre se centran en lo personal. Bajar de peso, hacer más ejercicio, dedicar más tiempo a la familia o a los amigos… Pero casi siempre descuidamos uno de los ámbitos más importantes en realidad para nuestro día a día como es el laboral.

De media, pasamos un tercio de nuestros días laborales dedicados al trabajo. Podríamos pensar que tenemos poco margen de maniobra para mejorar nuestra rutina en el trabajo, pero en realidad no es así. Tenemos muchas pequeñas vías de escape con las que podemos empezar a mejorar en rendimiento y a sentirnos mejor con nosotros mismos. Porque no hay que negarlo, la satisfacción que nos puede dar un trabajo bien hecho también influye, y mucho, en la manera en que nos tomamos el día a día. Por eso, en Agatar vamos a proponeros tres propósitos de año nuevo para lo laboral.

  • Deja de copiar a los otros: ¿Yo, copiar? Seguro que es lo primero que se te ha pasado por la cabeza. No somos conscientes de ello, pero cada vez más estudios y teorías apuntan a que lo que verdaderamente nos convierte en humanos es nuestra capacidad para imitar a otros. Es decir, para aprender de cómo otras personas realizan ciertas tareas para hacerlas nosotros de igual manera.

    Es verdad que cada vez que aprendemos a realizar una tarea, sea cual sea, estamos en realidad copiando lo que otros nos enseñan. Pero quizá un buen propósito para este año sea intentar encontrar maneras diferentes de enfocar las cosas que tenemos que hacer, al menos algunas de ellas. Ese pequeño ejercicio, además de sacarnos de nuestra zona de confort nos ayudará a desarrollar la creatividad más que cualquier otra técnica.

  • Planifica más: Planificar. El quid de la cuestión para la mayoría de tareas. El ritmo laboral nos impide dejar tiempo para estar preparados, por eso es un buen propósito empezar a usar alguna herramienta que nos permita tener en cuenta la planificación del trabajo.

    Quizá sea una simple agenda o una de las múltiples app para el teléfono que permiten anotar listas de cosas por hacer y darles diferentes prioridades. Desde luego no es una varita mágica que nos vaya a permitir solucionar todos nuestros problemas, pero una cosa sí está garantizada. Nos ayudará a mejorar.

  • Y, por último, desconecta: En algunos países, como Alemania, la legislación prohíbe expresamente que una jornada laboral empiece menos de doce horas después de acabar la anterior. Y es algo que allí cumplen escrupulosamente todas las empresas. El motivo es dejar descansar a los trabajadores, claro está, pero esto tiene también otros beneficios.

    El rendimiento mental aumenta cuando nos alejamos por unas horas de las tareas que nos agobian. El cerebro tiene tiempo de refrescar las ideas y a la vuelta seremos capaces de rendir más. Es cierto que el horario del trabajo no siempre es algo que esté de nuestra mano cambiar, pero al menos sí podemos intentar desconectar realmente al salir. Es algo que nos agradecerán en nuestra vida personal, pero también en la laboral.

Puedes encontrar más posts como este sobre con temas que nos apasionan a los agatares en nuestras cuentas de Facebook, Instagram, Twitter y Linkedin.